Estimados miembros de la LCLAA y aliados,
Al concluir el año 2021 y reflexionar sobre el año que ha pasado, los miembros de la LCLAA tenemos mucho de qué enorgullecernos como activistas y partidarios del movimiento obrero latino. En enero, cuando muchos de nosotros aún no nos habíamos vacunado, pocos podíamos imaginar lo que lograríamos en este año de reconstrucción y recuperación.
Comenzamos el año solidarizándonos con los trabajadores avícolas de Gainesville, GA, cuando sufrieron una tragedia impensable en su lugar de trabajo que provocó la muerte de seis trabajadores y las lesiones de otros diez. Con nuestro apoyo a las víctimas del accidente, demostramos a los trabajadores indocumentados de todo el mundo que su situación se ve y que sus derechos importan.
En la primavera, muchos de nuestros capítulos lideraron inspiradoras campañas para informar a las familias trabajadoras latinas sobre los beneficios y la seguridad de la vacuna Covid-19. Sus esfuerzos, que continuaron durante el verano, han ayudado a innumerables trabajadores a recuperar la sensación de normalidad y a mantenerse a salvo frente a este virus mortal.
En agosto, los miembros de la LCLAA estaban listos para asistir en persona a nuestra 23ª Convención Nacional de Miembros, que fue el primer evento de este tipo que nuestra organización celebró a nivel nacional desde el comienzo de la pandemia. La Convención nos brindó una oportunidad fundamental para reafirmar nuestros compromisos con la clase trabajadora y las políticas favorables a los latinos. También nos permitió tener en cuenta el impacto de la pandemia y priorizar una recuperación equitativa.
Y este otoño, mantuvimos el impulso abogando por un camino hacia la ciudadanía para los trabajadores indocumentados y apoyando a nuestros hermanos y hermanas en las líneas de piquete en todo el país.
Sin embargo, mientras celebramos nuestros logros en 2021, no debemos olvidar nunca a todos los hermanos y las hermanas que hemos perdido este año a causa de la pandemia persistente, los accidentes laborales y otras tragedias. En particular, me gustaría dedicar un momento a recordar a los seis trabajadores que murieron en el accidente de la fábrica avícola de Gainesville en enero [nombres de los trabajadores, si son públicos]. También quiero recordar al presidente de la AFL-CIO, Rich Trumka, que era muy querido por muchos de nosotros en el movimiento obrero, y cuyo legado de apoyo a los trabajadores latinos nunca será olvidado.
Quiero daros las gracias a todos vosotros, nuestros miembros y nuestros aliados, por vuestro inquebrantable apoyo a nuestro trabajo y nuestros principios. Esta organización simplemente no existiría sin la dedicación de nuestros miembros de base y nuestros dedicados líderes. A medida que nos acercamos a nuestro 50º aniversario, os animo a aprovechar el impulso de este año asistiendo a una reunión o evento de la sección, uniéndoos a una acción de nuestro nuevo boletín, El Avanceo ayudando a crear un capítulo cerca de ti si aún no hay uno. Y asegúrate de estar atento a las próximas oportunidades para ayudar a hacer crecer nuestro movimiento.
En solidaridad,
Presidenta Yanira Merino